Felipe Dugiols (Tolosa, 1840-1900) fué el primer alumno que se graduó en la escuela de Agricultura de de Oñate. Fué Agrónomo, Militar y Héroe covertido. Estuvo en la II Guerra Carlista y fué capitán de los voluntarios de la libertad y comandante de Miqueletes.
En 1860 acudió a la guerra de Marruecos, pero no llegó a entrar en combate.
En 1877 embarcó hacia Filipinas desde Barcelona a bordo del del Vapor de Cádiz, como Teniente y grado de Capitán.
Su primer destino fué como agregado del regimiento Iberia, nº 2, posteriormente, en los 12 años posteriores y hasta 18899, sus destinos fueron como alcaide y director de los presidios-colonias.
Su labor al frente de la colonia agricola de San Ramón en Zamboanga, en la isla de Mindanoa,le valió la encomienda ordinaria de Isabel la Católica (1).
En 1895, Felipe Dugiols embarcó por segunda vez hacia las islas filipinas y allí tuvo muchos enfrentamientos bélicos. En 1896 defendió la cabecera de Morong al frente de 50 guardias civiles, fué herido gravemente en el vientre y se le propuso para la Cruz roja de 2ª clase.
En 1897 fué nombrado Teniente coronel y se le puso al frente del regimiento de cazadores nº 9, donde mandtuvo encontronazos con los reveldes. Se enfrentó al jefe guerrillero Aguinaldo al frente de 700 cazadores, con unas fuerzas muy inferiores a los de su enemigo, consiguiendo una victoria reseñable y regresó a Manila.
El capitán Fernando Primo de Rivera le recomendó por su heroico comportamiento.
La acción de combate de Santo Tomás (Pampanga) y los siguientes hacen que fuera propuesto para la Cruz Laureada de San Fernando de segunda clase. (2)
A su vuelta a la peninsula fue nombrado Coronel por meritos de guerra.
El 9 de abril de 1899 a su llegada a Guipuzcoa tuvo un recibimiento por todo lo alto y se le obsequió con insignias laureadas y un álbum con miles de firmas de sus admiradores y personalidades de la época. El libro de firmas esta fechado el 9 de abril de 1899 y da cuenta del recibiemiento y banquete ofrecido en el Salón de Fiestas del Gran Casino de San Sebastián. La cubierta del libro presenta un rico trabajo de damasquinado posiblemente del taller de Plácido Zuloaga.
Fué condecorado también con la medalla Orden María Cristina, La Cruz al mérito, Medalla al Mérito Militar Distintivo Blanco.
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